En un esfuerzo por preservar uno de los pilares de la identidad mexicana, el Estado de México apuesta por la conservación del maíz nativo mediante un ambicioso proyecto liderado por el ICAMEX, que combina el conocimiento ancestral de los campesinos con métodos científicos modernos. La iniciativa no solo busca rescatar variedades autóctonas, sino también defenderlas frente a la amenaza de los transgénicos.
El Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal (ICAMEX), dependiente del gobierno mexiquense, ha logrado reunir más de 760 muestras genéticas de maíces originarios. Estas muestras se estudian y conservan como una forma de preservar la memoria genética de un alimento cultivado desde hace más de 300 generaciones.
Everardo Lovera, director del ICAMEX, explicó que el maíz no es solo un cultivo, sino el resultado de un diseño cultural. “Fue desarrollado a partir del teocintle mediante observación y selección, es un reflejo de nuestras culturas originarias”, expresó.
Variedades únicas adaptadas a la geografía del Edomex
La diversidad del territorio mexiquense permite el cultivo de maíces únicos, adaptados a alturas que van desde los mil hasta los tres mil metros sobre el nivel del mar. Regiones como Tlatlaya, Temoaya, Zinacantepec y Villa Victoria son ejemplos de esta riqueza biológica.
Cada variedad nativa se caracteriza minuciosamente: color, tamaño, forma de espiga, raíz y hoja, lo que permite diferenciarlas de los híbridos comerciales y conservar su pureza genética.
Sin transgénicos: decreto federal respalda la protección del maíz originario
El reciente decreto de reforma constitucional impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum y respaldado por la gobernadora Delfina Gómez Álvarez prohíbe el cultivo de maíz transgénico en todo el país. Esta decisión fortalece la labor de los llamados “guardianes del maíz”, campesinos que cultivan y protegen las semillas originales bajo prácticas agroecológicas.
El ICAMEX, en conjunto con universidades y comunidades rurales, mantiene actualizado un padrón de estos guardianes, quienes siembran sin el uso de químicos agresivos, protegiendo así el ecosistema y la salud alimentaria de las futuras generaciones.
Reconocimiento a productores que preservan el legado agrícola
En una ceremonia reciente, el gobierno estatal reconoció a productores de maíz y amaranto por su labor en la conservación de estas semillas ancestrales. Su trabajo no solo protege la biodiversidad, sino que también salvaguarda una parte esencial de la gastronomía, la historia y la cultura mexicana.
