Aunque el municipio de Apodaca es reconocido por su gran actividad industrial y la presencia del aeropuerto de Monterrey, también es hogar de uno de los destinos con mayor riqueza cultural de Nuevo León: Agua Fría. Este pequeño poblado ha logrado mantenerse fiel a sus tradiciones a lo largo de los años, convirtiéndose en un atractivo para los turistas y locales por su historia y la autenticidad de su ambiente rural.
Ubicado a un costado del Río Pesquería, Agua Fría se distingue por ser un lugar de profunda herencia ganadera y agrícola. Con más de 60 años de historia, el poblado ha sido testigo del crecimiento industrial de Apodaca, pero ha logrado conservar la esencia de sus orígenes.
El queso, un símbolo de la región
La fama de Agua Fría se ha consolidado gracias a la producción de quesos de vaca. Los quesos asadero y panela son los más populares y se han ganado el reconocimiento tanto dentro como fuera del municipio. La tradición quesera es tan importante que se ha convertido en un emblema de la localidad, manteniendo viva la identidad del lugar. Muchos visitantes llegan buscando estos productos frescos, que se pueden adquirir directamente de los productores locales.
Más que queso: turismo y gastronomía local
Aunque el queso es el principal atractivo de Agua Fría, el poblado ofrece mucho más para los visitantes. La plaza principal es un punto de encuentro que refleja la vida del lugar y su gente. Además, la gastronomía local ha comenzado a destacar, especialmente con los famosos elotes de Agua Fría, que han ganado popularidad en los últimos años.
Si bien Apodaca es conocido por su industria y su cercanía al aeropuerto, Agua Fría demuestra que la riqueza cultural y la tradición gastronómica también tienen un lugar importante en el corazón del municipio. Sin duda, una visita a este pintoresco poblado es una experiencia que conecta con las raíces más auténticas de Nuevo León.
