Un fuerte olor azufroso que afectó a 409 colonias en Monterrey y sus alrededores el pasado lunes 20 de enero fue causado por una falla en la refinería de Cadereyta, según informaron fuentes cercanas a la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León. La falla se debió a un quemador apagado, lo que permitió que el gas continuara saliendo sin ser quemado, lo que originó el desagradable olor que se percibió en varias zonas de la ciudad.
“Hay dos quemadores elevados que están apagados. Si hay quejas de olores como las de ayer, ya sabes por qué: esta es la causa. El gas no deja salir y no se está quemando a la atmósfera”, comentó un colaborador de la dependencia a El Horizonte.
Durante la tarde y noche del lunes, diferentes corporaciones recibieron múltiples reportes sobre un aroma a gas en sectores como Cadereyta, Juárez, Guadalupe, el sur de Monterrey, San Pedro y Santa Catarina. La Secretaría de Medio Ambiente confirmó que la fuente del olor era la refinería de Cadereyta, asegurando que esta emanación forma parte de las actividades normales de la refinería. Sin embargo, las condiciones climáticas en la región, que favorecieron que los contaminantes, principalmente dióxido de azufre, se mantuvieran a baja altura, intensificaron el fenómeno, provocando la sensación de un fuerte olor a gas.
El Sistema de Monitoreo Ambiental (SIMA) confirmó la presencia de dióxido de azufre en las estaciones de monitoreo de Cadereyta y Juárez. La Secretaría de Medio Ambiente aclaró que la situación no representa un riesgo grave para la salud, pero pidió a la ciudadanía estar atenta a cualquier cambio en las condiciones.